La expedición de los boticarios

La expedición de los boticarios
Anterior: Infierno Azul Siguiente: La sombra de Nyarlat Localización:  Valle funerario secreto, Egipto Resultados: Victoria del Imperio Jaedenista Egipto es conquistado por el Imperio Jaedenista. Thuzad ganó acceso a la tumba del faraón Ajenatón.
Combatientes
Expedición de los boticarios	Defensores egipcios	Guardianes de la Tumba Sectarios de Luveh-Keraph Siervos de Nophru-Ka
Comandantes
Thuzad
Fuerzas
1 Jefe Boticario 1 Maestro de esclavos Acólitos Necrófagos Arqueras Nigromantes Sacerdotes de sombra Monstruosidades Carros de Despojos Maestros boticarios Sombras	Africanos Guerreros Africanos Maestros de esclavos Señores de la Guerra Africanos Chamanes Africanos	Momias Maestros de esclavos Guerreros esqueléticos Magos esqueléticos Escarabajos carroñeros
Número de víctimas
Muy Leve	Considerable	Considerable

La expedición de los boticarios es el Capítulo XI de la campaña para Warcraft III La Senda del Caos.

Diálogos

Intro

Thuzad: Ah... Egipto. Ojalá hubiera estado aquí en épocas pasadas, cuando los sacerdotes oficiaban ritos en honor de Nyarlat y los Otros Dioses.

Thuzad: Estoy ansioso por reclamar la región en nombre de Jaeden y de la Sociedad Real de Boticarios.

Boticario: Maestro, lamento interrumpir vuestra meditación. ¿Me habíais llamado?

Thuzad: Así es, lacayo. Tráeme a ese nuevo aliado que se ha mostrado tan ansioso por ayudarnos.

Boticario: Como queráis, maestro.

Thuzad: Habla, pequeño mortal. ¿Qué información puedes proporcionarnos?

Nativo Traidor: Gran señor, mis compatriotas han establecido puestos de vigilancia en las dunas de más adelante. Tratan de repeler vuestra invasión.

Thuzad: Eso ya lo sabíamos. Me estás decepcionando.

Nativo Traidor: Gran señor, esos ingenuos están defendiendo algo verdaderamente importante. Lucharán hasta la muerte y más allá para hacer que retrocedáis.

Thuzad: Mmmm... no me preocupa, pero ¿qué es lo que defienden con tanto empeño?

Nativo Traidor: Supongo que conoceréis las historias acerca de Nyarlat y el blasfemo Nefrén-Ka, ¿no? En especial acerca de la desaparecida tumba del faraón Akhenatón...

Thuzad: ¡Imposible! No puedes estar insinuando que lo que están defendiendo es...

Nativo Traidor: No miento, gran señor.

Nativo Traidor: Mis compañeros se empeñan en defender las entrada a un antiguo valle secreto en el que ciertos adoradores de Nyarlat se hacían enterrar en épocas de los faraones.

Nativo Traidor: Según las leyendas, un ejército de muertos vivientes alzados por la magia negra de Nyarlat, emerge de la necrópolis para defender la mismísma Tumba de Akhenatón.

Nativo Traidor: Se dice que en su interior se encuentra su momia, la de la reina Nitocris, y la de el blasfemo Nefrén-Ka, junto a su biblioteca privada.

Thuzad: Si lo que me has contado es cierto, te cubriré de oro y te otorgaré cuantos placeres desees. Si mientes, te someteré a los más dolorosos sufrimientos que se me ocurran...

Outro

Thuzad: ¡Por el gran Cthulhu! ¡Tenías razón, humano! Esta es la tumba perdida del faraón Akhenatón.

Nativo Traidor: Gran señor, creo que podríamos hablar de mi recompensa ahora...

Thuzad: Cierto... te ruego que disculpes mi descortesía. Antes de complacerte, ¿te importaría dirigirte hacia la entrada y leerme los jeroglíficos que hay grabados en ella?

Nativo Traidor: Claro... si eso es lo que deseáis...

Nativo Traidor: Creo que puedo traducir los símbolos: "Para que... se abra... la entrada de... la tumba... sangre humana... debe ser... derramada".

Nativo Traidor: ¡Espera! ¡No lo hagas...!

El Nativo Traidor explota ruidosamente cuando Thuzad agita su cetro.

Thuzad: Lo lamento, pero tú eras el único humano vivo por aquí.

Boticario: Usted conocía la inscripción, ¿verdad, maestro?

Thuzad: Sí. Forma parte de la leyenda. Ahora trata de no interrumpir el resto del ritual o tú acompañarás a ese estúpido humano.