Señor de las arenas

Señor de las arenas (Scarabeus Magnus Aegyptus)

Líder racial	Rey-sacerdote Pesedyet (El Consejo de los Nueve)
Mundo natal	Tierra
Capital racial	Hutkakheper, Egipto Antiguo
Idioma	Egipcio Antiguo
Afiliación	Dioses Egipcios, Imperio de Khem
Alineación	Neutral

Los Señores de las Arenas (Ba-Kheper o "Alma del escarabajo" en egipcio antiguo) es el nombre común de una raza prehistórica de escarabajos gigantes, el Scarabeus Magnus Aegyptus, que pobló la tierra del Antiguo Egipto hasta aproximadamente el año 4000 a.C, cuando se extinguió definitivamente.

Historia[]

Los Señores de las Arenas aparecieron en el norte de África siglos antes de que lo hiciera la especie humana. En poco tiempo, establecieron un basto imperio llamado Khem siguiendo el cauce natural del río Nilo, y construyeron la Ciudad-Templo de Hutkakheper, que significa Casa del ka del escarabajo, y desde donde gobernaron la región durante más de cinco milenios. Los Señores de las arenas fueron quienes desarrollaron el idioma egipcio antiguo, y quienes comenzaron la adoración de los dioses de Egipto, así como los procesos de momificación y embalsamación. Eran también grandes matemáticos, astrólogos, magos, arquitectos y científicos.

Para cuando la especie humana aprendió a utilizar hierro para la fabricación de herramientas, el imperio de Khem había entrado en un periodo de decadencia. Sus miembros estaban tan obsesionados con la vida eterna junto a los dioses, que gastaban toda su fortuna en la construcción de grandes necrópolis y otras construcciones funerarias. Al morir, eran momificados a través de costosos procesos embalsamadores, y para colmo, todo el oro y piezas de valor de Khem se enterraban junto a sus poseedores en el interior de las tumbas, donde acababan acumulando polvo debido al paso de los siglos. Semejante despilfarro de dinero y riquezas, así como que la población desatendiese el cultivo de alimentos como resultado a su desmesurada obsesión con el culto a los muertos, provocó grandes hambrunas seguidas de epidemias. Estallaron las riñas y las guerras civiles se extendieron por todo el país, volviendo unas ciudades contra otras por el control de los limitados recursos y alimentos. A raíz de todo esto, los humanos penetraron con facilidad hasta el interior del Imperio, ofreciéndo su ayuda como mercenarios a quien mejor pagase. Con el paso de los años y sin que los conflictos se solucionasen, los humanos habían asimilado por entera la cultura de los Señores de las Arenas, incluido su idioma, su religión y sus conocimientos, tanto científicos como mágicos. Entonces se rebelaron contra aquellos que los habían contratado, y los Señores de las Arenas restantes no pudieron hacer frente a la creciente marea de la humanidad. Finalmente, toda su raza se extinguió y los egipcios se autonombraron señores de Khem.

Forma de gobierno[]

Con la unión de las distintas tribus de los Señores de las arenas, se estableció como forma de gobierno un tipo de aristocracia dinástica. El Consejo de los Nueve (Pesedyet en antiguo egipcio) estaba conformado por nueve miembros de la misma familia, y era el órgano legislador del Imperio, inspirado en el mito egipcio de la Eneada, es decir, la familia de los nueve dioses más relevantes de Egipto. No obstante, cuando el Consejo se formaba, sus miembros debían escoger, por inspiración divina, a uno de entre ellos para que ejerciera el poder Ejecutivo, haciendo cumplir las leyes, y dirigiendo el culto a los dioses de egipto. Este elegido pasaba a ser el Rey-sacerdote de Hutkajeper, y se le reverenciaba como a un dios. En un principio, el rey-sacerdota cambiaba su nombre al de Rahotep (El dios Ra está satisfecho), pero con el paso de los siglos, cada rey-sacerdote escogía el nombre del dios que más reverenciase el pueblo en ese momento, añadiendo casi siempre las partícula -hotep (el satisfecho) o -khufu (me protege).

Tiempos pre-dinásticos[]

Khemekh
Anpu
Apep
Tybys

1ª Dinastía[]

Primera dinastía tras la unificación de las tribus de los Señores de las Arenas. Construcción del Imperio de Khem bajo el mando del Gran rey-sacerdote Kheperre I.

Kheperre I (5550 a.C)
Rahotep I
Rahotep II
Rahotep III
Rahotep IV

2ª Dinastía[]

Rakhufu I
Rahotep VI
Inmhotep I
Inm-Rahotep I
Inm-Rahotep II

3ª Dinastía[]

Itemu-khufu I
Itemuhotep I
Itemuhotep II
Itemuhotep III
Itemu-khufu II

4ª Dinastía[]

Una época turbulenta a partir del reinado de Sutyhotep I, quien extendió el Imperio por el desierto de Saqqara combatiendo nómadas humanos.

Ra-horatjyhotep I
Usirhotep I
Horhotep I
Sutyhotep I
Horhotep II
Horhotep III

5ª Dinastía[]

Horhotep IV
Horhotep V
Horhotep VI

6ª Dinastía[]

Época de mayor crisis de la historia de Khem, debido al gran malgasto de riqueza y mano de obra en la construcción de necrópolis y pirámides.

Anpuhotep I
Anpuhotep II
Atahf I
Ankhatum I

7ª Dinastía[]

Inicio de las guerras civiles entre los Señores de las Arenas. Inm-Ra-Itemu I será el último rey-sacerdote de Khem.

Rakhufu II
Hut-Horhotep I
Inmratum I (4000 a.C)

Miembros notables[]

Algunos miembros notables de esta raza fueron los siguientes:

Khemekh: rey protodinástico que sugirió por primera vez la unión de todas las tribus de Señores de las Arenas en un único Gran Imperio, que teorizó llamándolo "Khem".
Kheperre I: conocido como "Grande entre los escarabajos, elegido de Ra", fue el primer rey-sacerdote elegido por el Pesedyet y quien se encargó de estructurar el Imperio de Khem.
Ra-horatjyhotep I: "El escarabajo de quien Ra está satifecho, horizonte sagrado de Ra", uno de los reyes-sacerdotes más devotos de Ra. Aunque no fue un gran conquistador, elevó la calidad de vida de su pueblo muy por encima de lo normal por aquella época, estableciendo calendarios y sistemas de regadío para controlar y mejorar las cosechas.
Sutyhotep I: "El escarabajo de quien Seth está satisfecho", pasó a la historia como un rey conquistador, extendiendo el Imperio por el desierto de Saqqara.
' Khnumtanpu: primer sumo sacerdote del Culto Mortuorio de Khem.
Atahf I: rey-sacerdote que será recordado como el constructor de las mayores necrópolis de su pueblo, pero también como un gestionador inepto por malgastar los recursos naturales de su nación.
' Dyahutyemsaf: "El dios Tot nos protege", hermano menor del anterior, el mago y nigromante más poderoso de Khem, que descubrió el secreto de la inmortalidad.
Tutanj-Kish: Último superviviente de la especie. Fue aprendiz de Dyehutyemsaf, a quien asesinó para apropiarse del secreto de la inmortalidad. Tras prolongar su vida, huyó a Saqqara, donde permaneció escondido. Miles de años más tarde, se convirtió en sirviente del faraón Nefrén-Ka, y más tarde se alió con Thuzad y el Imperio Jaedenista, poco antes de ser asesinado por las fuerzas de la UEFA comandadas por Ramaled.

Religión[]

Los Señores de las Arenas fueron los primeros en adorar a los dioses egipcios. Ra era su divindad más adorada, ya que creían haber sido creados a su imagen y semejanza, y por ello lo representaban como un escarabajo que porta el disco solar. Otros dioses que gozaron de gran popularidad fueron Amón y Atum (quienes se unieron posteriormente al primero como Amón-Ra y Ra-Atum, respectivamente), el dios Osiris y su hijo Horus. Durante algunos periodos concretos de la historia del Imperio, se adoró al dios Seth (especialmente bajo el reinado de Sutyhotep I, de la 4ª dinastía), y a sus hermanas Neftis e Isis con gran devoción.

Durante la decadencia de Khem, alrededor de la 6ª dinastía, los reyes comenzaron a descuidar sus antiguas tradiciones y en su obsesión por el Más Allá se centraron en rendir culto a los dioses de la muerte Osiris, Neftis y Anubis, relegando al resto de deidades a un segundo plano. No obstante, a principios de la 7ª dinastía, cuando la crisis del Imperio era ya irreparable, los reyes trataron de recuperar nombres relacionados con dioses tradicionalmente populares entre el pueblo, como era el caso de Hut-Horhotep I (la Casa de Horus está satisfecha) o el ya desesperado Inm-Ra-Itemu I, quien intentó personificar el poder de los dioses Amón, Ra, y Atum con el objetivo de que el pueblo lo aceptase como rey sin conflictos. Su estrategia fracasó y el descontento general a raíz de la crisis que llevaba azotando Khem desde hacía más de doscientos años acabó por costarle el trono. Como resultado, el Consejo de los Nueve se dividió y cada uno se autonombró rey-sacerdote, conduciendo al país a una guerra civil de múltiples frente que significó la extinción de todos los Señores de las Arenas.

Creencia en el Más Allá[]

La civilización de Khem se caracterizó por la creencia en que, al morir, cada individuo se reunía con sus ancestros, viviendo a partir de entonces en presencia de los dioses una vida eterna. Con el paso del tiempo, todos los Señores de las Arenas se obsesionaron con la muerte, y comenzaron a gastar fortunas en la construcción de magníficas tumbas, de manera que las necrópolis acabaron por ser más grandes que las ciudades de los vivos. Los muertos se momificaban siguiendo la tradición de embalsamar los cuerpos y se enterraban rodeados por todas las comodidades: oro, joyas, perfumes, alimentos, bebidas, mascotas y criados acaban acompañando a su dueño al Más Alla.

Para cuando la 6ª dinastía llegó al poder, el Imperio había entrado en una espiral descendente de la que jamás podría recuperarse, y nadie hizo nada para evitar el colapso económico de la nación.

Ciencia y Magia[]

Los Señores de las Arenas eran grandes médicos, astrólogos, matemáticos, arquitectos y magos. Durante los años de esplendor del Imperio, se encargaron de construir imponentes momumentos a su grandeza, así como también destacó la construcción de inmensos complejos funerarios, que en muchos casos eran equipados con mayores comodidades que las ciudades de los vivos. Las pirámides se elevaban cientos de metros hacia el cielo, y grandes puentes las unían entre sí, como para permitir a los difuntos visitar a sus vecinos en la muerte. En medicina, todo se orientaba al cuidado y preservación de los cadáveres, aunque también destacaban los tratamientos a los vivos.

La magia de los Señores de las Arenas era también muy poderosa, y rendían culto a la diosa Isis, la hechicera, para que su poder no decayese. Uno de los más grandes hechiceros de Khem de todos los tiempos fue Jeper Dyehutyemsaf (El dios Tot es nuestra protección), hermano del rey Atahf I, de la 6ª dinastía. Su poder era tal, que podía controlar a los muertos y hacer que cumpliesen su voluntad. Dyehutyemsaf fue por eso uno de los primeros grandes teóricos de la Nigromancia. Sin embargo, y mientras el resto de miembros de su especie se dedicaba a prepararse para la muerte, él empleaba horas y horas en descubrir el secreto de la inmortalidad a cualquier precio. Cuando finalmente logró destilar un poderoso elixir con el que esperaba prolongar su vida indefinidamente, su aprendiz, Tutanj, lo asesinó para apoderarse de su descubrimiento.